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Ira, caos y confusión se apoderan de trabajadores federales de EEUU que enfrentan despidos masivos

Manifestantes en apoyo de los trabajadores federales
Manifestantes en apoyo de los trabajadores federales colocan mensajes por el Día de San Valentín dirigidos a ellos afuera del Departamento de Salud y Servicios Humanos, el viernes 14 de febrero de 2025, en Washington.
(Mark Schiefelbein / Associated Press)

Trabajadores de todo Estados Unidos respondieron con ira y confusión el viernes mientras lidiaban con la enérgica iniciativa del gobierno de Donald Trump para reducir el tamaño de la fuerza laboral federal, en la que les ordenó a las agencias que despidieran a los empleados en período de prueba que aún no califican para recibir las protecciones que otorga el servicio civil.

Si bien gran parte de la atención del gobierno se centró en la disrupción de la burocracia en Washington, el extenso empeño para reducir la fuerza laboral del gobierno afectó a una franja mucho más amplia de trabajadores. A medida que los avisos de despido comenzaron a enviarse agencia por agencia esta semana, empleados federales desde Michigan hasta Florida quedaron perplejos al recibir la noticia de que sus servicios ya no eran requeridos.

En un indicio de lo caóticos que han sido los despidos, algunos de los que recibieron noticias de que los echaban ya habían aceptado la oferta del gobierno de renuncia diferida, bajo la cual se suponía que se les pagaría hasta el 30 de septiembre si aceptaban dimitir. Ello generó interrogantes sobre si otros que firmaron serán despedidos de todos modos. El viernes por la noche, la Oficina de Administración de Personal, que funciona como departamento de recursos humanos del gobierno federal, reconoció que algunos empleados pueden haber recibido avisos de despido por error y señaló que los acuerdos de rescisión se respetarían.

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“Esto ha sido una estrategia de tala y quema”, manifestó Nicholas Detter, quien trabajaba en Kansas como especialista en recursos naturales para ayudar a los agricultores a reducir la erosión del suelo y la contaminación del agua hasta que fue despedido por correo electrónico el jueves por la noche. Consideró que aparentemente se había pensado poco en cómo se verían afectados los empleados, los agricultores y los ganaderos a quienes ayudaba.

“Nada de esto se ha hecho de manera reflexiva o cuidadosa”, agregó.

La Casa Blanca y la Oficina de Administración de Personal (OPM, por sus siglas en inglés) se negaron a decir el viernes cuántos trabajadores en período de prueba —quienes generalmente tienen menos de un año en el trabajo— han sido despedidos hasta ahora. Según datos gubernamentales que conserva dicha oficina, 220.000 trabajadores tenían menos de un año en el trabajo en marzo de 2024.

La OPM ha dado a las agencias hasta las 8 de la noche del martes para emitir los avisos de despido, según una persona al tanto del plan, quien pidió guardar el anonimato porque no está autorizada para hablar públicamente.

Los despidos de trabajadores en periodo de prueba son la andanada más reciente en los amplios empeños del nuevo gobierno para reducir el tamaño de la fuerza de trabajo federal, los cuales son encabezados por el multimillonario Elon Musk y su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés). En una orden ejecutiva emitida el martes, Trump les dijo a los líderes de la agencia que planifiquen “reducciones a gran escala” después de que su intento inicial de reducir la fuerza laboral —la renuncia voluntaria a cambio de una indemnización— sólo fuera aceptada por 75.000 trabajadores.

Comienzan los despidos
El jueves por la noche, el Departamento de Asuntos de los Veteranos (VA, por sus siglas en inglés) anunció el despido de más de 1.000 empleados que llevaban menos de dos años de servicio. Eso incluyó a investigadores que trabajaban en tratamiento contra el cáncer, la adicción a los opioides, prótesis y la exposición a fosas de quema, dijo la senadora demócrata Patty Murray el jueves.

Decenas fueron despedidos del Departamento de Educación, incluidos especialistas en educación especial y funcionarios de apoyo estudiantil, según un sindicato que representa a trabajadores de la agencia.

En los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), casi 1.300 empleados en período de prueba —aproximadamente una décima parte de la totalidad de la fuerza laboral de la agencia— han sido obligados a irse. Los directivos de la agencia con sede en Atlanta fueron notificados de la decisión el viernes por la mañana, según un funcionario federal que se encontraba en la reunión, pero no estaba autorizado a hablar sobre las órdenes y solicitó guardar el anonimato.

Brooke Rollins, la nueva secretaria de Agricultura, dijo el viernes que su agencia había invitado al equipo del DOGE de Musk con los “brazos abiertos” y que los despidos “ocurrirán”.

“Evidentemente, es un nuevo comienzo”, expresó Rollins en la Casa Blanca. “Creo que el pueblo estadounidense habló el 5 de noviembre, (y dijo) creer que el gobierno era demasiado grande”.

Trabajadores afectados
Andrew Lennox, un veterano de la infantería de Marina con 10 años de servicio, formaba parte de un nuevo programa de capacitación de supervisores en el Centro Médico de Asuntos de los Veteranos, en Ann Arbor, Michigan. Dijo que recibió un correo electrónico “de la nada” el jueves por la noche en el que le informaron que lo despedían.

“Para ayudar a los veteranos, ustedes acaban de despedir a un veterano”, expresó Lennox, de 35 años, un exsoldado de infantería del Cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos (USMC, por sus siglas en inglés) quien estuvo emplazado en Irak, Afganistán y Siria.

Lennox era funcionario administrativo en el Departamento de Asuntos de los Veteranos desde mediados de diciembre, y reportó que “nada le gustaría más” que seguir en su trabajo.

“Esta es mi familia, y me gustaría hacer esto para siempre”, manifestó.

En una publicación en su sitio web, el VA anunció el despido de más de 1.000 empleados, y reportó que estos movimientos de personal le “ahorrarán al departamento más de 98 millones de dólares por año” y le permitirán estar mejor equipado para ayudar a los veteranos.

“Yo pensé: ‘¿Y qué hay de este?’”, expresó Lennox.

David Rice, un paracaidista discapacitado del Ejército quien ha estado en período de prueba desde que se unió al Departamento de Energía (DOE, por sus siglas en inglés) en septiembre, también se enteró el jueves por la noche que había perdido su trabajo.

Rice, quien ha estado trabajando como especialista en asuntos exteriores sobre asuntos de salud relacionados con la exposición a la radiación, dijo que le habían dado a entender que su trabajo probablemente estaba seguro. Pero el jueves por la noche, cuando inició sesión en su computadora para una reunión con representantes japoneses, vio un correo electrónico que decía que había sido despedido.

“Simplemente ha sido un caos”, agregó Rice, de 50 años, quien acababa de comprar una casa en Melbourne, Florida, después de conseguir el trabajo.

Rice manifestó que está de acuerdo con el objetivo de Trump de hacer que el gobierno sea más eficiente, pero que se opone al enfoque aleatorio e indiscriminado que se está implementando.

Despedidos a pesar de haber aceptado la indemnización
Algunos de quienes fueron afectados ya habían firmado los acuerdos de indemnización ofrecidos por el gobierno, los cuales supuestamente los protegerían de un despido.

Detter, de 25 años, quien trabajaba para el Servicio de Conservación de Recursos Naturales del Departamento de Agricultura, indicó que había aceptado la indemnización porque sabía que, al ser empleado en período de prueba, probablemente sería el primero en ser despedido si no accedía.

Pero el jueves por la noche recibió un correo electrónico que le informaba que había sido despedido con efecto inmediato, a pesar de haber recibido evaluaciones “completamente positivas” durante su tiempo en el trabajo.

Refirió que la decisión lo hizo sentir “irrespetado” y “un tanto indefenso”.

“Eres una especie de peón en un forcejeo mucho más grande que —en particular, creo yo— es el tipo de batalla que Elon Musk ha decidido emprender para reducir al gobierno”, agregó Detter.

Detter añadió que dos de los cuatro empleados en el condado de Kansas donde trabajaba fueron despedidos, pese a que ya se las veían difíciles con el volumen de su carga de trabajo para ayudar a los granjeros a administrar sus tierras con el fin de prevenir la erosión del suelo y la contaminación del agua, un programa creado a raíz del Dust Bowl —un periodo de fuertes tormentas de polvo en la década de 1930— para ayudar a mantener saludables y productivas las tierras agrícolas de Estados Unidos.

Desafiar al gobierno
El Sindicato Nacional de Empleados del Tesoro (NTEU, por sus siglas en inglés) y un grupo de otros sindicatos presentaron una demanda el jueves en la que impugnan los que llaman despidos ilegales.

Despedir a empleados en período de prueba que han pasado por una formación extensa “tendrá un impacto devastador en las misiones de las agencias y las operaciones del gobierno”, escribió Doreen Greenwald, presidenta del NTEU, en una carta del jueves a los miembros del sindicato. Añadió que muchas agencias federales ya enfrentan “serias carencias de personal debido a años de presupuestos congelados o recortados que les impidieron reemplazar a los empleados que se jubilan”.

El viernes por la noche, el grupo activista Democracy Forward presentó una queja ante la Oficina del Asesor Legal Especial, la agencia federal dedicada a proteger a los denunciantes, solicitándole una investigación sobre si los despidos masivos violaron las prácticas del personal federal y pidiendo que se detengan mientras se lleva a cabo la investigación.

Activistas laborales y empleados del gobierno se manifestaron por la mañana frente al edificio Hubert H. Humphrey, en Washington, para protestar contra los recortes.

“Nos están eliminando, uno por uno”, dijo una contratista federal que aún no pierde su trabajo, pero quien, como otros, se negó a dar su nombre por temor a sufrir represalias. “Primero son los trabajadores en período de prueba, y luego seguimos nosotros”, agregó.

¿Los recortes reducirán el déficit?
Es poco probable que los despidos produzcan ahorros significativos en el déficit. El gobierno gasta unos 270 mil millones de dólares anuales en compensaciones a los trabajadores federales civiles, según la Oficina de Asuntos Presupuestarios del Congreso, y aproximadamente el 60% va a trabajadores de los departamentos de Defensa, Seguridad Nacional y Asuntos de los Veteranos.

Incluso si el gobierno despidiera a la totalidad de esos trabajadores, seguiría con un déficit de más de 1 billón de dólares.

Pero los despidos masivos de trabajadores federales por parte de Trump podrían volverse en su contra en los datos económicos. Los informes mensuales de empleo podrían comenzar a mostrar una desaceleración en la contratación, o incluso volverse negativos en algún momento después de que se publiquen las cifras de febrero.

La última vez que la economía perdió puestos de trabajo fue en diciembre de 2020, cuando Estados Unidos aún se encontraba en la pandemia de COVID-19.

“Dado todo lo que está sucediendo en el gobierno federal, es muy posible que el crecimiento del empleo se torne negativo en algún momento”, dijo Martha Gimbel, directora ejecutiva del Laboratorio de Presupuesto de la Universidad de Yale. Señaló que los empleadores que dependen de las subvenciones y contratos gubernamentales también mostrarían descensos.

Aquellos que han sido despedidos dicen que las personas a las que sirven pronto sentirán el impacto también. Rice, el paracaidista discapacitado que trabajaba en temas de exposición a la radiación en el Departamento de Energía, dijo que el trabajo que desempeñaba era relevante.

“Simplemente estamos aquí tratando de hacer algo en lo que realmente creemos; que es importante”, agregó. “Realmente creo que estamos ahí ayudando a la gente”.

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